miércoles, 30 de marzo de 2011

Fiesta!! :)

Uno de los días que fui a comer con Audrey y Clémence a su facultad me dijeron que salían esa noche, y que si quería apuntarme. Obviamente la respuesta fue un SÍ. Era jueves, es igual que en España, los jueves es la noche de fiesta universitaria.
Salimos por la Victoire, una zona de garitos de Burdeos.
Primero fuimos a un pub que se llama “El Bodegón” (sí, en español). Es raro, por la mañana y por la tarde es como una cafetería, donde puedes tomarte un café tranquilamente dentro o fuera en las terrazas (aquí los bares siempre tienen la terraza puesta aunque haga mucho frío, y la gente se toma la consumición con el abrigo puesto, la mayoría para poder fumar), y por la noche se convierte en pub. Puedes tomarte la copa en la terraza también, pero el interior es como un bar de copas: luz oscura, música alta con DJ, etc. Lo raro es que las mesas están con la misma disposición que durante el día: estás de pie bailando con las mesas de cafetería al lado.
Cuando entramos había mucha gente, música muy bailable y mucho, mucho ambiente. La gente está bailando, cantando, gritando, etc. Es increíble la mayoría de las veces hay un ambientazo en los bares de copas. La noche va normal, bailando, charlando, haciendo el gilipollas, etc. Hasta que veo que empiezan a subirse chicas a la barra a bailar. Se sube una, luego otra, otra, y así… Hasta que toda la barra del bar, bastante larga por cierto, acaba llena de tías encima bailando de fiesta. Unas en plan “sexy seductora” (satisfaciendo sus deseos frustrados de gogó sexy de discoteca), otras de simple cachondeo con los amigos. Lo que me llama la atención es que casi siempre la gente está bailando, gritando,  cantando… Hay mucha fiesta en el ambiente, no ves casi nunca el típico grupo de amigos que están parados sin hacer nada.
Después de estar en este sitio vamos a otro que está al lado, que se llama “Le Café des sports”. Cuando salimos del primer bar veo que hay mucha gente en la calle, daba la sensación de estar en pleno verano en las fiestas: un montón de gente, algunos bastante pedo, pasando por la calle, haciendo que los coches se paren porque se cruzan… Y un montón de gente disfrazada. Bueno, vamos al otro garito, está petado. Pero mucho. Un montón de gente disfrazada, de fiesta, igual que antes, con mucho ambiente pero no sé por qué, disfrazada. Allí hay una planta baja principal y después unas escaleras que suben a donde está el DJ. Nosotras nos terminamos quedando en las escaleras porque había mucha gente abajo y no se podía estar en otro sitio. Aún así me lo estaba pasando muy muy bien, y el mejor puntazo de la noche llega: Empiezo a oír la canción de Paquito el chocolatero en francés. Ahí ya sí que flipé jaja. ¡Tienen una versión en francés de esa canción! Y lo mejor, no sólo la canción, sino su propio baile también. Y cuento lo del baile porque lo hicieron ahí mismo: Se empezó a formar una oruga gigante en el bar (como el trenecito pero sentados con las piernas alrededor de la cintura del de delante). Pues bien, empiezan a formar una oruga gigante que iba de una punta a otra del pub, y empiezan a moverse de delante a atrás.  Y de repente se empiezan a tirar personas encima de la cola de gente que hacía la oruga para mantearlos. Yo ahí estaba:
1. Flipando en colores.
2. Cagándome en la p** por no haber cogido la cámara de fotos esa noche.

Eso sí, me reí un montón al ver a todos los franceses cantando a pleno pulmón “Paquito el chocolatero”, en su propia versión. Al principio pensé “Qué moco llevan”, pero después cuando salimos y hablé con ellas me dijeron que no, que ésa es la versión francesa para bailar esa canción.
La música: La mayoría de la música que ponen es más o menos del mismo tipo de música que escuchamos en España cuando vamos de fiesta: algo de pop, mucho reggaetón (la virgen qué pesadilla), algo de house… Y también ponen bastante música de los años 80-90, eso sí, música francesa. Y música española… Algo triste pero cierto: aquí todos los franceses conocen (y lo peor, se emocionan) con las kétchup… Sí, ese grupo de “música” que los españoles habíamos, para nuestro bien común, olvidado. Aquí dices “música española” à Reacción: “AAAAAAAAAAHHHH SÍIIIIIIII LAS KEEETCHUUPP!!!”. Oh dios mío.  Y lo mejor (aún me río cuando lo recuerdo), me dice una francesa: “¿Pero qué significa el estribillo “aserejé de jé…”?”. Se emocionan cuando escuchan esa canción (que siguen poniendo en los bares).
Se emocionan en general cuando escuchan ese tipo de canciones españolas que nosotros escuchamos en las bodas cutres: Las Ketchup, la macarena, la bamba… Bueno con la bamba y la macarena bailándola como locos, y mirándome y gritando como diciendo “EEHHH QUE ES ESPAÑOLA LA CANCIÓN!!!” 
La gente: Aquí como ya he dicho hay mucho ambiente, la gente está muy animada, bailan, cantan etc. Por lo que he visto después según he ido saliendo, la gente bebe y no se controlan, la mayoría no saben beber, se cogen unos pedos increíbles y después algunos no se controlan…
Es común también por lo que he visto después subirse a la barra a bailar, hay un montón de veces que lo hacen.
Dejo algunas fotos de algunos días de fiesta, y algunos vídeos de música comercial que se escucha en los pubs (no voy a dar mi opinión sobre ellos) y uno muy bueno del baile del Paquito el chocolatero en francés!!














martes, 22 de marzo de 2011

¡¡¡Vida social!!!

En la universidad a la que voy aquí, hay una asociación que se llama “Babaoc” destinada a los estudiantes extranjeros. Consiste en el padrinazgo: Hay estudiantes franceses que son voluntarios y se inscriben en la asociación, para “apadrinar” un estudiante extranjero, y presentarle gente, enseñarle la universidad, la ciudad, etc., para ayudarle a instalarse y adaptarse.
Yo cuando llegué no me lo pensé y fui a apuntarme a la asociación. No me contestaban, así que fui al departamento a presentarme. Allí me dijeron que el problema es que hay muchos estudiantes extranjeros que solicitan un padrino/madrina y muy pocos franceses voluntarios. Me fui un poco triste porque mi esperanza en ese momento era que me asignaran un padrino/madrina y empezar a conocer gente (llega un momento que necesitas un poco de vida social).
Volví a los pocos días, para ver si había suerte. La chica que trabajaba allí empezó a rebuscar papeles mientras me contaba cómo funcionaba la asociación, diciendo mientras tanto: “Esto es un caos, todos los papeles están desorganizados, bla bla…”. Resulta que al final tenían dos o tres franceses voluntarios sin alumno extranjero asignado, pero no lo sabían porque estaba muy descolocado todo. Resultado: me fui a casa con un email de mi madrina: Audrey.
Contenta, llegué a casa y le escribí un mail, para presentarme, aunque resulta que ella se había adelantado: habían contactado con ella para darle mi dirección y me había mandado un mail.
A los pocos días quedé con ella para conocernos, fuimos a tomar un café con una amiga suya (Amélie). Ya daba gusto conocer a alguien y tomar algo también, salir, charlar, etc. Audrey tenía otra chica extranjera, estadounidense, aunque ella conocía más gente ya y tenía más amigos aquí. Paseamos un poco, vimos la calle Ste. Catherine, estuvimos cotilleando tiendas… Y para esa noche el plan era una cena en casa de Audrey con Amélie, con Kimberly (la otra chica extranjera) y más amigos de Audrey, para celebrar el cumpleaños de Clémence, amiga de Audrey y Amélie. Fuimos a casa de Audrey, ayudamos a preparar la cena, etc. y llegó más gente (Clémence y otro chico cuyo nombre no me acuerdo). Estuvimos cenando, bebiendo, riendo…
Aquí encuentro una diferencia enorme con la manera que tenemos en España de salir: Aquí los jóvenes franceses suelen ir primero a casa de alguno de ellos, y después salen de fiesta. En Burdeos hay muchos estudiantes que vienen de pueblos más pequeños de los alrededores, y que se instalan aquí para ir a la universidad. O bien comparten piso o alquilan un pequeño estudio, entre 12-30 metros cuadrados más o menos. También hay algunos que se alojan en  residencias universitarias aunque la mayoría de los estudiantes de las residencias son extranjeros de Erasmus, o plan de intercambio parecido.
Además aquí cuentan con una ayuda para pagar el alquiler, se llama CAF (Caisse Allocations Familiales), que suele ayudar a pagar (aproximadamente) la mitad del alquiler (obviamente hablo por los casos que yo conozco, no puedo afirmar que sea siempre esa cantidad).
Quedan en casa de alguno, cenan en casa de esa persona (o picotean algo) y beben, sobre todo beber jaja. Después de beber y estar un rato en esa casa salen y se van a algún pub, discoteca o similar. Más o menos es como en España, sólo que nosotros bebemos en la calle (el famoso botellón), ya puede ser en agosto con el calorcito o en pleno invierno tiritando. Más que nada porque nosotros no tenemos casa de nadie para poder beber: no estamos aún independizados y nuestros padres nos pueden mandar cerca si les decimos de invitar a los colegas a estar bebiendo en casa.
Otra cosa que me llama la atención: Aquí normalmente beben los cubatas sin mezclarlos, a palo seco. No beben el vaso entero, se sirven hasta la mitad quizá pero muchas veces a palo seco, y lo peor ¡sin hielo! Beben vodka, whisky, cerveza… pero por ejemplo casi no beben ron. Y eso sí, nada de calimocho… mi amigo Paul me dice que es un sacrilegio cuando mezclo el vino con la coca-cola, en Francia no están acostumbrados a mezclarlo para hacer el calimocho y también hay que tener en cuenta que estamos en Burdeos, con su gran cultura vinícola. Además, a mí que me gusta mucho el calimocho, tengo que decir que aquí nada de calimocho perro-flauta de cortar el brick del vino por la mitad y mezclarlo con la coca-cola. No, aquí se hace calimocho con estilo: Aunque compres una mierda de vino, de dos euros, lo vas a comprar en botella, porque aquí no lo venden en brick. Así que te vas a hacer tu “botellón” con calimocho, pero con clase, con tu botella de vino y nada de bricks cutres.

Retomando la noche, al final cenamos, y después a casa, aunque no saliera volví a casa con una gran sonrisota: había conocido gente, había reído, charlado, había pasado un buen rato y no me sentía tan sola  ya.
Después comía con ellas, ya no comía sola en la facultad (algo que se agradece), sentía que ya empezaba de verdad a instalarme aquí y a sentir esto como algo menos extraño para mí.


jueves, 17 de marzo de 2011

Caos en la universidad


 Los siguientes días, todo se centraba en organizarme mi plan académico: elegir Asignaturas, mirar las convalidaciones, números de créditos…
El primer día cojo el tranvía, llego a la universidad, me siento como una niña cuando cambia de colegio: expectante y a la vez con miedo de estar sola, de no conocer gente, de no saber cómo funcionan aquí las cosas…
La primera impresión de la universidad: bueno, no está mal. Amplia, con un gran espacio tipo “punto de encuentro”. Lo primero que hice, obviamente es ir la oficina de relaciones internacionales para que me orienten un poco, y para firmar un certificado de llegada que debo enviar a mi universidad de Madrid (para, algún día, empezar a recibir la beca Erasmus).
El edificio al que entro es grande, amplio, moderno, es bastante nuevo. Allí me orientan un poco, me dan una carpetita con un plano de la universidad (¡cuando empiezas a moverte te das cuenta de que es necesario!), papeles, etc.
Lo que tengo que hacer es buscar asignaturas que sean semejantes (porque no hay equivalentes 100%, los planes de estudios son muy diferentes), planificar mi horario, etc. Es el GRAN reto. Esta universidad está en pleno cambio, están reorganizando la facultad (bueno, no sé si es la palabra adecuada, porque  “RE-organizar” supone que vuelves a organizar, luego había una organización anterior, y dudo que la hubiese), cambiando los despachos de lugar, etc. Para resumir y no ser pesada, esto es un CAOS. Llegas totalmente perdida, y no solamente perdida en el sentido de ubicación, sino de no saber cómo se organizan aquí los estudios, cuáles son las carreras, en qué consisten etc.… Y nadie ayuda. Y lo peor, la mayoría no ayuda porque ellos mismos no tienen ni puta idea. Preguntas a alumnos, profesores, etc.,  nadie sabe nada de cómo funciona exactamente esta universidad.
Para empezar, normalmente cuando eres estudiante Erasmus te asignan un coordinador que te aconseja y te ayuda a hacer los trámites. En España tengo mi coordinador, pero aquí llego y resulta que no tengo coordinador. Bueno, más bien me dicen en la ORI (Oficina de Relaciones Internacionales):
-  “Tienes que contactar con este profesor para que te aconseje en la elección de asignaturas”.
 – “¿Ah, es mi coordinador?”
- “Sí, pero él aún no lo sabe”.
¿¿¿Cómo que no lo sabe??? Pues no, resulta que contactas por mail con tal profesor, en mi caso la primera vez con una mujer española que imparte clases aquí, y me dice:
-“Lo siento, pero yo no puedo ayudarte, porque debes estudiar asignaturas de francés, y yo estoy en el departamento de estudios hispánicos”.
ORI:
-“Ah bueno, entonces contacta con tal profesor”.
Le mando un mail. Respuesta:
-“Lo siento, yo no puedo ayudarle”.
Por los pasillos me encuentro con un profesor español y me pregunta que si soy Erasmus y que cómo lo llevo. Le cuento que francamente mal, que está todo muy mal organizado, y me cuchichea por lo bajini: “Es que sinceramente, esto es una puta mierda”.
Despachos que no están donde deben, páginas web incompletas, horarios desconocidos… Un auténtico desastre, y una misión que al principio parece imposible: elegir las asignaturas y hacer que no coincidan entre ellas, porque hay unos cuantos grupos de cada asignatura y cuando no coincide una coincide otra… Además no hay casi información muchas veces, sin ir más lejos, para encontrar unos simples horarios (algo básico) tuve que buscar y rebuscar varios días en diferentes despachos, hasta que descubrí un día, gracias a una profesora, que esa licenciatura tiene una página especial para los horarios (normalmente están todas las licenciaturas en la página de la facultad) y que, “evidentemente” (nótese ironía) esta página no está anunciada por ningún sitio, prácticamente debes ser alumno de esta licenciatura para saberlo.
Total, que me acaba ayudando más bien el pobre chaval de la ORI, a buscar algunos horarios y ayudarme un poco (porque no tengo coordinador), y una chica a la que fui a preguntar por unos despachos, y viendo que estaba bastante perdida me ayudó a explicarme un poco el funcionamiento etc. Vamos, que fue por potra, porque encontré a una chica maja que quiso ayudarme.
Después también estaba el problema de los créditos…
 Cuando eres Erasmus tienes que tener en cuenta siempre el número de créditos para hacer tu acuerdo. ¿Qué son los créditos ECTS? Se supone (insisto, se supone), que es un modo de hacer una equivalencia de las asignaturas entre las universidades europeas (aunque no estoy segura de si todas las universidades europeas tienen este sistema).
Para hacer la carrera, tienes que completar un número de créditos, a mí por ejemplo me piden 300 créditos en total, valiendo cada asignatura 6 créditos. Así que tienes que hacer tantas asignaturas sean necesarias para completar el número de créditos (en este caso, 50 asignaturas en total en la  carrera).
Yo este semestre tengo que completar 36 créditos, lo que hacen normalmente 6 asignaturas. ¿El problema? Que, como he dicho antes, los créditos ECTS se supone que ayudan a hacer la equivalencia entre universidad, porque lo cierto es que no sirven para nada.
Por ejemplo, aquí en Francia se conceden normalmente la mitad de créditos para una asignatura (con la misma carga de trabajo y horas lectivas la mayoría de las veces). No es que trabajen menos, es que les conceden menos créditos por asignatura pero también deben hacer menos para terminar la carrera. Así que me encuentro con que tengo que hacer prácticamente el doble de asignaturas que debería hacer en España para poder completar los dichosos 36 créditos. Aún me estoy pegando con los de relaciones internacionales para encontrar una solución, porque, evidentemente, no voy a hacer aquí 12 asignaturas (mínimo).
Aparte de todo esto, hay otro problema con los créditos: La mayoría de los profesores no saben cuántos créditos vale su asignatura. En la página web no está escrito. Preguntas en la ORI y te dicen que acudas a los profesores… Además hay asignaturas que están organizadas en bloques: Bloques de tres materias por ejemplo, valiendo el bloque 15 créditos en total (por ejemplo). Puedes elegir una sola asignatura de este bloque de tres, así que lo normal es pensar “15 / 3 = 5 créditos por asignatura” pero no… Porque no tiene que ser así obligatoriamente, y vuelta a empezar: preguntas al profesor: no lo sabe; miras en la página: no está la información; preguntas en la ORI (porque no hay otro sitio más dónde preguntar): te mandan al profesor…
Finalmente tengo un coordinador aquí, aunque también ha sido por pura suerte… Hablando con mi profesor de literatura me preguntó por mi coordinador, le conté la situación y me dijo “Bueno, no te preocupes que yo seré tu coordinador”. Y lo más gracioso fue cuando fuimos juntos a la ORI por mi problema de los créditos, él preguntó que cómo era posible  que no tuviese coordinador. Lo consultaron, y efectivamente no tengo coordinador, en principio porque como aquí no se cursa la carrera que yo estudio, no tienen nadie para ocuparse. Tienen para historia, para arte, etc. pero no para filología, porque aquí no existe.
Después de unos cuantos días de angustia y estrés, al final he conseguido tener unas asignaturas, un horario etc.
Los horarios aquí, bueno los horarios en general en Francia, creo que están mejor, se aprovecha más el tiempo, pero no en la universidad.
Normalmente se come a las 13.00h. en Francia, y después no tienen hora de siesta ni hacen pausa, es decir, para ellos a partir de las 14.00h ya es por la tarde. Así que en realidad aprovechan mucho más el tiempo porque comen, y después inmediatamente hacen sus cosas: o vuelven al trabajo, o van a la compra etc. Normalmente haces un montón de cosas, y cuando miras el reloj no son más que las 18.00 o 19.00 cuando te da la sensación (estando acostumbrado al horario español) de que son las 21.00h. aproximadamente.
Por el contrario, los horarios de la universidad no me gustan tanto. Normalmente tienen clases siempre de dos horas, y empiezan (aquí en mi universidad, Bordeaux 3), a las 8.30 o 10.30. El problema es que casi siempre tienes clase también por la tarde (a partir de las 13.30h), y llegas a casa a las 17.00h de media. Resumiendo, puedes empezar a las 10.30 y terminar a las 17.30 etc., siempre comen en la universidad. Creo que sería mejor empezar antes y terminar antes también, para poder tener la tarde libre. Además son muy diferentes los horarios según el día: yo por ejemplo hay días que empiezo a las 10.30 y termino a las 18.30, y sin embargo otro día tengo sólo una hora de clase, por la tarde. Y hay personas que tienen horarios aún peores, por ejemplo tener clase por la mañana hasta las 12.30 y luego no tener nada hasta las 17.30 que tienen dos horas (por ejemplo) de clase… Además, en este campus hay dos universidades juntas: Bordeaux 3 (letras) y Bordeaux 4 (derecho, economía, más o menos). Pues bien, sólo hay una hora, de 12.30 a 13.30 para comer para dos universidades… imaginaos las cafeterías y los comedores cómo están…
Bordeaux 3, por dentro: una mierda (hablando en plata). Instalaciones viejas, calefacción muchas veces que no existe, mal organizado… Me recuerda un poco a mi universidad de Madrid :D (Mis compis saben a lo que me refiero, sobre todo con lo de la calefacción jaja).
De todas formas, por si alguien lee este blog y está pensando en venir a estudiar a Bordeaux 3, tampoco quiero desanimarle. Simplemente cuento las cosas y como son, o al menos tal y como me lo parecen a mí. Además, es cierto que pasas unos primeros días bastante agobiado y estresado con lo de las asignaturas y que la organización por el momento es, no voy a decir una mierda, simplemente inexistente. Pero también es cierto que al final todos terminamos consiguiéndolo. Así que si alguien quiere venirse a estudiar (aquí o a otro sitio) que tampoco se desanime, que después merece la pena la experiencia.




martes, 1 de marzo de 2011

Descubriendo la ciudad

Al día siguiente, sábado, como casi no conocía a nadie (sólo a Paul y le había visto unos  15min) decidí no quedarme en casa y salir a ver la ciudad. Me vestí, salí a la calle, ipod, cámara en mano a ver que se cuece por aquí. Hace un día soleado, tengo ganas de conocer la ciudad.
Hay un mercado aquí bastante grande que se es el mercado de “capucins”, pues bien, los sábados hacen siempre un mercadillo. A la entrada del mercado (bastante grande, tipo “mercado de las maravillas” en Madrid, pero de una sola planta) había unos cuantos puestos de ropa, bisutería, etc., todo ello, cómo no, con un hombre tocando el acordeón de fondo :D
El mercado, abarrotado de gente. Como un mercado, tiene todo tipo de comida fresca: carnicería, frutería, pescadería etc. También hay algunas cafeterías con las mesas dentro del mercado, con la gente tomando el vermú. Hay cosas apetecibles (Jamoncito serrano…), salchichón, choricito… la mayoría por cierto importado de España. Algunas errores como “jamón serano”  y cosas así que me hacen sonreír (supongo que como a los franceses cuando escribimos “cruasán”). Salgo por el otro acceso, y allí hay muchos más puestos en la acera, bastante ancha.  Esta vez son puestos de comestibles todos, no sé si de los comerciantes que tienen un puesto dentro del mercado o de la competencia.
Solecito rico (algo que escasea aquí, al menos durante los días que he estado yo aquí) que me anima a seguir paseando.  Sigo caminando por una placita, calle recta… Una calle llena de tiendas marroquíes, aunque no es como en Madrid, me recuerdan más a unas tiendas que vi en Almería. Son tiendas de ropa, mobiliario, decoración, cachimbas etc. marroquíes. Mucha gente en la calle, paseando por mitad de la carretera que hacen que los coches se tengan que parar, niños marroquíes en su mayoría que salen de las tiendas correteando…
Llego a una plaza grande, con una gran catedral. Alrededor de la catedral, un mercadillo, éste bastante más grande que el anterior (el otro era un mercado con algunos puestos fuera).  Es bonito, una catedral en una plaza rodeada de un mercadillo bastante grande. También hay puestos de comida, aunque la mayoría son de ropa, cosas para el hogar, droguería, menaje, maquillaje etc. Mucha gente buscando cosas, hablando, gritos de “Achetez Achetez Achetez!!!”  (¡Compren, compren!) que bueno, se quedan en algo como “Ashté Ashté Ashté!!”.
Después de estar un rato cotilleando por el mercadillo, sigo bajando calle para abajo, no sé muy bien donde estoy pero ya me encontraré. Bajo y… ¡me encuentro con el puente! Ya sé dónde estoy J
Lo que veo es una ciudad viva, moderna y con historia que contar. Una calle larga, llego a un arco de triunfo, del cual sube una calle larga y ancha. Enfrente está el puente que cruzan los coches y el tranvía. Como no sé dónde ir, decido ir por el puente, aunque sé que es bastante largo  y que no voy a llegar al final del puente, sigo, me apetece caminar un poco.
De lo que me doy cuenta es principalmente de dos cosas:
Bordeaux es una ciudad que fomenta bastante el uso de la bicicleta y está preparada y acondicionada para utilizarla. Siempre hay un espacio reservado para coches, tranvía, peatones y otro para la bici. Además la gente ha aprendido a convivir con los coches, tranvía y bici completamente, siendo estos dos últimos métodos de transportes totalmente equiparables al coche, el tranvía es de hecho bastante más utilizado para moverte por aquí. En el centro del puente están las vías por las que pasa el tranvía, a cada lado del tranvía un sentido para los coches, y a su vez a cada lado un espacio para peatones, que cuenta a su vez con un espacio pintado en el suelo reservado para bicicletas. Además, hay un servicio de alquiler de bicicletas extendido por la ciudad: Es necesario un carnet por el que no sé cuanto hay que pagar (imagino que no muy caro), y hay una serie de “estaciones” repartidas por la ciudad en las que hay bicicletas que puedes alquilar. Tú coges la bicicleta donde quieres y la puedes dejar en otra estación distinta.
La segunda cosa de lo que me doy cuenta: La cultura española está bien presente aquí. Encuentro en varias charcuterías productos españoles tan ricos como el jamón serrano, chorizo, chistorra, salchichón etc. pero como he dicho antes, importado de España, sobre todo de Extremadura (tienen buen gusto los jodíos).  Además en unos metros que anduve vi unos cuantos bares que ofrecían “gastronomía española” (habría que verlo) y algunos con “tapas”. (Hice fotos de algunos carteles que me hicieron gracia, si los veis sabréis por qué). Aunque también es cierto que te dicen que te van a llevar a un bar español y resulta que es cubano… Porque muchas veces aquí cubano, argentino, ecuatoriano, español… ¡qué más da! ¡hablan español y punto, cojones! (Es algo como: “chinos, japoneses, coreanos… qué más da” :D)
Después de haber dado una vueltecita por el barrio, me vuelvo a casa con unas cuantas fotos hechas.
Justo esa tarde, quedo con el chico que conocí el día anterior para que me enseñe un poco la ciudad. Cuando me reúno con él y empezamos a ver la ciudad, está claro: No es lo mismo verla tú sola que con alguien que conoce la ciudad.
Con Paul veo dos partes: Lo primero es el paseo de recorre parte del río (La Garonne). Es un paseo largo, ancho, con una parte de césped y una parte ancha para caminar. Además algo bonito, por ejemplo, son las farolas que decoran el paseo: las pantallas de las farolas son cilíndricas, hechas como de cristalitos de colores.  A una cierta altura del paseo se encuentra enfrente justo la “Place de la Bourse”, súper bonito, aunque ya me enteré del  truco del reflejo en el suelo jiji.
Después de caminar por la plaza y de estar por esta zona más periférica, nos adentramos en las callejuelas de Bordeaux. La verdad que tiene mucho más encanto ahora la ciudad. No me acuerdo del orden en el que lo vimos, pero más o menos visitamos  el barrio de St. Pierre, barrio de restaurantes y bares, y la calle Ste. Catherine, calle de las compras aquí (más de un kilómetro de calle repleta de tiendas, todo sueño de compradora compulsiva).
Las calles de Burdeos tienen en general bastante encanto, la mayoría del centro empedrado y con edificios bonitos, Burdeos es una ciudad con un estilo muy burgués. A decir verdad, tiene bastante atractivo: es una magia que tiene que la hace especial. Callejuelas que se entrecruzan con calles enormes llenas de tiendas, con sus típicas puertas azules y balcones adornados con motivos rococó o clásicos, fundidas con innumerables plazas pequeñas pero acogedoras, con cafeterías con terraza para reponer fuerzas. Centro de ciudad acogedor pero abarrotado de gente, histórico y burgués, moderno y juvenil a la vez, con gran oferta de gastronomía y lugares para visitar. Así es como pienso que es el centro de Bordeaux.
De todas formas es sólo el primer paseo que doy por esta ciudad que me acoge durante unos meses, tengo muy claro que me queda mucho por descubrir y por conocer.
Dejo algunas fotos aunque no puedo subir todas porque son muchas y tardaría siglos, si alguien quiere más fotos me las puede pedir.




Es un río (La Garonne) pero es gigante!


































AndaloUcia xD


EStremadura xD




Estación de bicis



Place de la Bourse



Les macarons