lunes, 24 de enero de 2011

Primera Visita Fugaz

Cuando te vas de Erasmus, (yo al menos) lo que principalmente piensas es “¿Dónde voy a vivir?”. Yo pensé en residencias del Crous (del estado, para jóvenes estudiantes, a precio reducido), compartir piso, etc. Habitación en una residencia es una posibilidad, ¿el problema? Me ofrecen una por unos 150€ al mes, pero con baños comunes. Comunes a toda la residencia. Yo, sintiéndolo mucho, soy demasiado asquerosita para compartir váter con tantas personas  todos los días. Y habitación con el baño propio no me lo conceden, un estudio del Crous tampoco. Opción descartada…
Tengo la suerte de conocer a una chica, Andrea, a la que quiero agradecerle (otra vez más) desde aquí toda su ayuda. Ella se fue de Erasmus el año anterior a esta ciudad y me aconseja , explica y da muchas informaciones, algo que es una gran ayuda y gran suerte, ¡ muchas personas habrían dado mucho por haber tenido algo así en su Erasmus!
Gracias a ella también contacto con el propietario que a ella le alquiló su estudio cuando estuvo aquí. Estudios en el centro de Burdeos a precios rentables. Además Andrea me da buenas referencias, suena bien. Finalmente, después de darle muchas vueltas a este tema, decido hacer una primera visita exprés en la que quedaré con el propietario para que me enseñe los estudios, y si es posible, volverme con las llaves a España para tenerlas aquí el primer día que llegue.
Para ese viaje cuento con la compañía de mi chico, Pascual, que sabe que me ayuda mucho que venga conmigo. Compramos los billetes, mochilas hechas, y al autobús. (Sí, autobús porque el avión es carísimo y el tren un lío). El bus sale a las 20.30h de Madrid, llegamos a las 5.45. Lo mejor es que aquí no hay estación de autobús, el bus nos deja en una rotonda cutre a la entrada. Pero yo me había informado, y sé que al lado hay una estación de trenes. La “misión” es sencilla (aparentemente): llegamos el lunes por la mañana, esperamos a que abran los bancos, abro una cuenta de banco, quedo con el propietario, veo el estudio, hago el contrato y a las 22.30 cogemos el bus de vuelta. Como ya he dicho, llegamos a las 5.45, es de noche y hace un frío impresionante. Nos vamos a la estación a refugiarnos, a hacer tiempo hasta que abran los bancos.
En la estación, lo normal a esas horas: poca gente y todos helados de frío. Decido preguntarle a un hombre dónde puedo encontrar bancos por Burdeos. El hombre, muy amablemente, me contesta a todas las preguntas, e incluso algunas veces vuelve a hablarme para añadir más información. Pasan las horas, y por fin cogemos el tranvía para ir a los bancos. Resumen de la mañana: No consigo abrir una cuenta porque todos los bancos me piden un justificante que acredite que vivo en Francia (la pescadilla que se muerde la cola, pienso en ese momento “necesito la cuenta para hacer el contrato pero para abrir la cuenta necesito un contrato de piso”).  Tenemos el encuentro con el propietario a las 14.00h, son las 10 y hemos terminado de hacer las cosas que teníamos que hacer. Así que decidimos aprovechar el tiempo y ver un poco la ciudad.
Mi primera impresión: Burdeos, una cuidad bonita, completa, la gente muy amable y muy educada. Pero la imaginaba más grande y algo más cosmopolita. Además, todos los edificios están ennegrecidos (al principio no sé la causa, después me explican que es por la contaminación), algo que afea bastante el panorama.
Comemos un bocadillo, porque después de los casi 9 euros “sajados” por dos desayunos bastante normales, cualquiera se fía. Así que, como en el campo: barra de pan y paquete de salchichón.
Hacemos tiempo, hasta que nos encontramos con el propietario. Un tipo muy peculiar a primera vista. Tenemos planeados ver dos estudios: Uno de 10m2 y otro de 25m2. Primero el pequeño: entramos al edificio, bastante viejo. Subimos escaleras y llegamos… Horror a primera vista. Paredes con centímetros de pintura desconchada, muebles, no viejos, sino casi rotos, olor desagradable, partes de la casa rotas… Una mirada entre Pascual y yo nos bastó para decirnos la opinión mutua.
Segundo estudio: muy cerquita del primero. Típica puerta azul, entramos al edificio, igual de antiguo que el primero. Subimos escalones, casi de caracol por cierto, y llegamos. Menuda diferencia,  y eso que éste ha llamado bastante la atención a mis amigos (no de manera positiva). Paredes sucias, muebles viejos, cocina en muy mal estado, caldera de antes de la guerra, suelo horrible, ventanas rajadas, habitación color “verde hospital deprimente” (con línea marrón de mierda siguiendo la cama incluida). Baño: horroroso. Desagradable, viejo, capas y capas de mierda hasta decir basta, mampara de la ducha que se sujeta con una cuerda, olor del váter igual que el de las cabinas de los baños que ponen en los conciertos… Pero el propietario a la vez me va diciendo “Esto lo vamos a cambiar, esto también, las paredes vamos a pintarlas, etc.” Andrea me dijo que a ella también se lo dijo, y que cumplió. Como tampoco he visto nada mejor, me lo quedo. “Misión” hecha: contrato firmado, fianza pagada, llaves en el bolso de vuelta a casa. Como nos sobra tiempo, vamos corriendo al IKEA a comprar cosas básicas. Volvemos, dejamos las cosas en el armario, y a la parada de bus otra vez. Llegamos a las 9, el bus sale a las 10.30 de la noche. Hora y media esperando, hora y media interminable de dolor en los pies por el frío, sumado al agotamiento (en el bus no hemos dormido nada y llevamos todo el día andando con la mochila a cuestas). Cuando cogemos (¡por fin!) el bus, después de hora y media de dolor de pies del frío, caigo tan rendida que a los pocos minutos me duermo.
Al llegar a casa, son las 8 de la mañana, estoy (estamos, Pascual y yo) bastante cansados y bastante desorientados por tantas horas sin dormir y andando, para más tarde dormir y llegar de noche a casa… Resultado, el día siguiente de cama, sofá y peli jeje (¡Cómo me gustan esos días!).
Mucha paliza sí, pero mereció la pena con tal de volver con la tranquilidad de tener unas llaves en el bolso, saber que llegaría aquí con un sitio ya donde ir.

Dejo algunas fotillos que hicimos en este primer viaje (en la última se ve bien la cara de cansancio jaja)






5 comentarios:

  1. Al menos conseguiste parte de tu objetivo, y eso te daria tranquilidad para cuando fueras ya definitivamente, con lo cual supongo que te mereceria la pena la visita.

    Un saludo. Y animo en Burdeos.

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  2. No se si calificarlo como "mision imposible" o "la historia interminable"... vaya dia o dos dias que pasasteis alli.

    Parece una peli de terror...

    D.J.

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  3. Jodo, tía, ya vas a tope! A mi en Londres me costó un poquillo más de tiempo, tmb quizas porque iba solo, pero vamos, que yo era más parado... Sólo falta limpiarlo todo un poco, y en seguida estarás super bien, que no?

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  4. claro! de hecho eso lo cuento en la tercera entrada que publicaré ^^

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